
Aprende a mirar a tu alrededor, en busca de la localización perfecta
Tanto si pensamos en el reportaje tras la ceremonia o si ya ampliamos el campo de acción a sesiones de preboda y postboda, el entorno debe constituir una parte muy importante que nos permita, no sólo integrar a la pareja en un medio que les siente como anillo al dedo, sino que siga respetando y siendo fiel a nuestro tipo de fotografía.
Observando nuestro alrededor
A menudo nos preguntan cómo conseguimos unos lugares tan estupendos para nuestras fotografías, la clave no es otra que levantar de vez en cuando los ojos de la pantalla del móvil y mirar lo que tenemos a nuestro alrededor cuando vamos caminando o cuando vamos sentados de copiloto en el coche.
©Aitor Audicana
©Aitor Audicana
Es muy importante observar lo que nos rodea, hasta lugares que creíamos inservibles, con un poco de audacia pueden resultar el escenario perfecto. Incluso localizaciones a dos pasos de nuestra casa, ese tipo de lugares que tenemos muy en nuestra memoria pero que no hemos tenido en cuenta hasta que pensamos que nos pueden funcionar.
©Don + Helen
©Don + Helen
Por alguna razón nos paramos a pensar en los lugares que ya tenemos muy trillados, fundamentalmente porque los vemos en otros fotógrafos y nos entra ese irresistible afán por utilizarlos, pero hay campo, y rincones de la ciudad, más allá de lo que nos enseñan las sesiones de nuestros colegas.
Una reunión previa con los novios, ayuda
Dicho todo esto, lo fundamental es que esos rincones casen a la perfección con nuestra pareja de novios, tanto a nivel físico como mental y cultural. Por ello es importante tener referencias de nuestros clientes, contextualizarlos, tener una pequeña reunión previa y conocer sus gustos, cómo visten, su manera de comportarse entre ellos como pareja, su manera de pensar.
©Mandragora Studio
Con esto tendremos mucho ganado a la hora de localizarles en el rincón que pueda sacar lo mejor de ellos mismos, porque de esa manera se sentirán cómodos. Imaginad una pareja muy tímida a la cual sometemos a las miradas de una gran ciudad, lógicamente nos posarán hieráticos, carentes de toda naturalidad.
No somos conscientes de ello, pero sólo hace falta echar un vistazo a los trabajos que hacen nuestros colegas para saber en qué momento y en cual no esas parejas se sentían cómodas ante la cámara. Indudablemente todos los factores son piezas para encajar en un buen resultado final.
Listados con localizaciones
Un ejercicio interesante es el de hacer un listado con las localizaciones que vamos observando. Tomando fotos y apuntando el tipo de pareja que mejor encajaría en ellas para así después, una vez conocido a nuestros clientes, encajarlos rápidamente por situación geográfica próxima al lugar más adecuado para ambas partes.
©F2 Studio
Importante es no tener miedo a plantear a nuestras parejas localizaciones alejadas o que a priori puedan parecerles extrañas, la idea es hacerles sentir que en esos lugares las sesiones van a ser más interesantes para que sus fotografías sean únicas.
En el caso del reportaje tras la ceremonia, es conveniente tener acceso al lugar y alrededores con antelación, para así poder plantear mejor la sesión e ir con el tiempo programado. Actualmente las bodas dejan poco espacio para que el fotógrafo pueda llevar a cabo sesiones atractivas, pero si lo tenemos planificado con antelación, puede ser una garantía de éxito.
En definitiva, estar atentos a nuestras salidas al campo domingueras, a esos rincones de la ciudad que pueden resultar muy atractivos para determinadas parejas, tomar muy buena nota de lo que vamos encontrando y tener información previa del tipo de pareja a la cual vamos a fotografiar, todo ello son factores a tener en cuenta para que nuestras sesiones sean especiales, para que los novios se sientan a gusto y para que nuestro portfolio sea un lugar donde el público pueda perderse durante horas con una sonrisa.
Por Gema S. Nájera
Foto portada: Casadísimos
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